Al concluir el año, una reflexión certera. En estos días de Navidad en que la sociedad promueve los mejores sentimientos, y las luces y el frío… todo nos evoca recordar. Pensar en aquello que perdimos, el “sin ti” no necesariamente tiene que ser un amor como la canción, puede ser un trabajo, la salud, un ser querido, amado o admirado, un hijo(a) anhelado, dinero, un bien material, una oportunidad, una mascota... !
¡No es lo que haya perdido! Es perfectamente razonable sentirse triste, es innato en el ser humano rechazar las pérdidas, simplemente no se está diseñado para perder. Sí, podemos aprender a tolerar la frustración de una pérdida, pero es un reflejo de la mayoría el revelarnos, y no precisamente en Navidad, puede ser el 15 de setiembre o el 1 de julio no importa la fecha, pero es en Navidad, que los recuerdos atacan los sentimientos y éstos se exacerban.
Si perdió algo o a alguien, lo importante es reflexionar que si está leyendo este mensaje, es porque tiene el privilegio de estar vivo, sí, ¡ya no lo tiene, no está!, a todos nos toca, pero no ha perdido lo más valioso: cuenta con usted mismo, ¡se tiene a usted!, tiene ese “con yo” dicen algunos, “Navidad sin ti…pero con usted”, solo usted tiene la capacidad de elegir cambiar, controlar, conocer, aprender, ejercitar sus pensamientos para no volverse presa de las circunstancias sino ser , el que modificando sus pensamientos, controla su estado de ánimo y por ende, su posición ante las adversidades y no las adversidades quienes le gobiernan. Duele, ¡claro!, y es bueno sacar un momento para conmemorar, llorar y reír sobre las cosas lindas que pasamos o tuvimos, pero lo importante es nunca olvidar que se tiene a usted, reflexione sobre la clase de ser humano que quiere ser a partir de este momento y que clase de huella va a ser para otros, si evoca con gran emoción a alguien o algo, es porque han dejado huella en usted, y eso es lo importante en la vida, dejar huella, ¡no llore más por lo que perdió!, cambie la actitud, porque de hecho no ha perdido; las personas, cosas, situaciones que una vez fueron parte nuestra, no las perdemos, fueron dadas para apreciarnos mutuamente, y valorar nuestra capacidad de imprimir huella en otros (hasta en una planta, si usted no la cuida, se nota), y en todos los ámbitos de su vida. No se aferre a pensamientos de pérdida, nadie pierde, en esta vida siempre se gana, todo depende de su actitud y sus pensamientos y será capaz de renacer.
Aunque ya no esté(n), regálese en esta Navidad la oportunidad de renacer y ser feliz, ¡con una actitud nueva!, moldéela, se tiene a usted y si no encuentra como: ¡Llámenos!
Feliz Navidad, y
Venturosa actitud nueva 2009
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